Cuando se habla del curso o la experiencia de lo que es el Silencio Dinámico, sobre todo con personas que nunca han estado o lo están considerando por primera vez, parece que el énfasis está en no poder hablar o simplemente estar callado. Eso se entiende, pero también es un error. Estar callado, o sea, no darle sonido ni salida a tus ideas solamente es, no emitir sonido. No indica ni estar callado ni se puede considerar cómo estar en silencio.
También, puede parecer que pensar en pasar 6 días en silencio es algo frustrante, que paraliza. Tampoco esto es cierto.
El silencio dinámico da énfasis a la parte dinámica. Se hace mucho, solo sin el bla bla bla. Existe la posibilidad de hacer muchas cosas en la vida sin tener que comentárselo a otras personas, aunque es lo más usual. Realmente, aunque hay veces que es necesario, limita el poder, el impacto y potencial positivo de lo que haces.
Primero, sin hablar uno está muy consciente (más consciente) de todos los ruidos interiores. También, esa auto observación facilita el desapego de esos ruidos. Es el comienzo a estar callado y ese estar callado por fin te permite llegar a la puerta del silencio dinámico.
El movimiento hacia el silencio es un proceso. El silencio, como un orgasmo, es algo que emerge, siendo una consecuencia y no un acto directo. En los dos casos, uno participa en ciertas actividades que te lleva a la puerta para entrar en el silencio, se crea el espacio para que el silencio emerja desde tu interior.
También, en el silencio dinámico, cada uno tiene una experiencia nueva con lo que llamamos escuchar. De eso quiero comentarte:
Escuchar, después de respirar, realmente es la actividad más valiosa que puede hacer el ser humano. Comer se hace pocas veces al día, pero escuchar, como respirar, es algo de cada momento; cuando no es al otro, es a tu diálogo interno.
También es cierto que pocos saben escuchar y ni siquiera lo practican. Igualmente es el caso con la respiración consciente.
El auténtico escuchar se pudiera considerar cómo escuchar sin la necesidad de responder, es un dar de tu atención creativa sin apego o ninguna otra expectativa. Realmente es desde ese tipo de escuchar que uno aprende y desde donde las respuestas apropiadas y validas emergen.
Lo que hacen la mayoría no es escuchar; más bien su escuchar (si a eso se le puede llamar escuchar) sería como comparado a esperar a que el otro pare a respirar para que uno siga hablando y vendiendo algún punto de vista. Para comprobar esto, solo hay que mirar cómo se comportan algunas personas en programas de televisión cuando están comentando sobre algún tema: básicamente ves a dos personas hablando a la misma vez y a veces hasta 3.
Lamentablemente este mismo fenómeno también ocurre en tus conversaciones personales demasiado a menudo.
En estos espectáculos, lo más obvio es que nadie está escuchando el punto de vista del otro y ni le interesa. Ni siquiera son debates, que suelen tener normas. Claramente son peleas de palabras, como dos ejércitos a cañonazos sin parar.
La palabra "escuchar", se pudiera decir que tiene varios componentes, si se mira de una forma algo más creativa de lo que dice el diccionario. También les recuerdo que nací bilingüe y comento que la vida me habla en tres idiomas, español, Ingles y Spanglish. Lo comento como aviso sobre lo que voy a comentar seguidamente.
Primero 'es' = ser, normalmente seguido por algo como “es un caballo”.
En este caso consideraremos 'cuchar' casi la palabra cuchara, un utensilio para ingerir alimento; así que escuchar es una manera de ingerir y digerir lo que el otro te dice. Dos cosas difíciles de hacer con la boca abierta, digamos hablando.
Cuchar también incluye (h)ucha, algo donde se guarda dinero, o sea los símbolos de poder y valor. En cada ofrenda del otro hay algo de valor, que uno desvalora y rechaza al interrumpir.
Es curioso que en lo que más uno resiste lo que el otro dice, más insiste. Nos olvidamos que nuestro silencio no indica que estemos de acuerdo con lo dicho (aunque eso es lo que el ego nos quiere convencer). La realidad es que dejando el otro hablar, más pronto termina y se calla. Y ahora esta más dispuesto a escucharte a ti. Sencillamente es la ley de la atracción, silencio atrae silencio.
Cuchara también incluye 'Hará' ese punto céntrico en el cuerpo según la filosofía Budista.
Imagínate escuchar cuando estas centrado y en silencio. Eso también se conoce como escuchar con el corazón. Curiosamente el símbolo popular del corazón es muy similar a dos orejas unidas. Ese concepto forma el logotipo de "La Medicina del Alma" y lo llamo el tercer oído. Es como el tercer ojo, solo es escuchar, en lugar de ver, desde el interior.
El corazón es el único órgano que hace su propio sonido y su símbolo representa el escuchar. Qué curioso.
'Char' en inglés indica carbonizarse o ponerle fuego, que simboliza la creatividad. Sin duda, escuchar atentamente, solamente escuchando sin la necesidad de hablar, notaras una conexión tremenda con tu interior que es el reino de la creatividad. Todo artista, de una manera u otra escucha los mensajes de su interior, a su musa particular. Bien saben que en momentos de inspiración, que la obra parece ir sola, sea pintura, escritura o componer música. Mozart decía que toda la obra le aparecía a la vez y que el simple hacia las notaciones.
Cuando uno escucha desde su interior, es como poder oír y comprender dos mensajes distintos a la misma vez. Esa experiencia, más que dos mensajes por separado, sería como la resolución de una paradoja, un concepto o comentario aparentemente contradictorio, pero que tiene la manera de ver el sentido real. Tiene solución, soló hay que profundizar más y no dejarse llevar por lo aparente.
En literatura, a veces un comentario paradójico hace resumen de una gran parte de la obra.
En el Hamlet de Shakespeare, el personaje del título dice: "Debo ser cruel para ser amable". Sin embargo, Hamlet está hablando de su madre, y cómo planea finalmente matar a Claudius para vengar la muerte de su padre. Su madre ahora está casada con Claudius, así que por supuesto esto será una tragedia para ella. Sin embargo, él no quiere que su madre sea la amante del asesino de su padre (sin saberlo) por más tiempo, y por eso cree que el asesinato será por su propio bien.
El escuchar, es una entrega completa de tu atención, uno de los actos más generosos de cual el ser humano es capaz. En esta vida venimos básicamente a cumplir y vivir 3 acciones experienciales: Escuchar, Sentir y Dar. Empieza por ese escuchar de cual estamos hablando como una entrega de atención, nuestra divisa más valiosa; y de esa vivencia emerge el sentir.
El planeta tierra es un 70-80% agua, el símbolo del sentir, de las emociones. Hemos venido aquí a sentir. El fruto o la flor del 'sentir' es el dar, la acción, un movimiento generoso. En este universo, todo está en un movimiento constante, un estado constante de esa generosidad que solemos llamar el 'amor'.
Visto de cierta manera, tu disponibilidad a escuchar completamente es una indicación de tu capacidad real de amar en este momento. Amar no es una capacidad del ego, lo suyo es separación.
Para la pregunta de Hamlet era ser? o no ser? Yo digo que más relevante es la pregunta escuchar y amar? o separar, rechazar y atacar?
¿Corazón o Ego? Ésa es la pregunta de cada instante de tu vida. Para amar hay que escuchar de múltiples maneras; y lo que por fin permite comprender el sentido real de lo que escucha tu tercer oído, es el grado de tú entrega de atención y de tu silencio.
Para lograrlo requiere consciencia y práctica ya que casi todo nuestro entorno social nos estimula lo contrario.
Es para servir esta necesidad humana que existe el Silencio Dinámico.
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